fbpx

Cuando se juntan el análisis técnico y el fundamental

Decía Maslow que, si sólo tenemos un martillo como herramienta, todos nuestros problemas tendrán forma de clavo. La herramienta de muchos inversores españoles no va más allá de la lectura de la tradicional prensa especializada, así que sus preocupaciones siempre tienen una apariencia similar: ¿Es el momento de comprar bancos? ¿Está barata Telefónica? ¿Cuándo volverá a cotizar Abengoa? ¿Despegará IAG? ¿Repsol ya no puede caer más?

Mientras el inversor patrio sigue obsesionado con la misma media docena valores desde hace más de una década y ajeno a una nueva realidad que le permite invertir en más de medio millar de compañías europeas sin riesgo divisa y a bajo coste, las oportunidades siguen apareciendo en los mercados. Aunque cada vez menos. Con un movimiento alcista que supera ya el 50 % de revalorización del principal índice de Wall Street desde los mínimos de marzo, y que ha arrastrado a muchos valores europeos, se hace difícil encontrar buenas oportunidades.

Si nos obligasen a invertir en renta variable europea con un horizonte temporal de largo plazo, pero fuésemos libres de pedir las condiciones que deben cumplir los valores de nuestras carteras, creo que muchos, salvo los que siguen buscando el suelo en Telefónica, exigiríamos que fuesen compañías de calidad, baratas, con cierto crecimiento y en fuerte tendencia alcista. Ya puestos, y sabiendo que las acciones con baja volatilidad rinden mejor a largo plazo que las de alta volatilidad, también podríamos añadir este criterio.

Herramientas mucho más avanzadas que un martillo, como Stockopedia, tienen estudios muy interesantes sobre el comportamiento durante los últimos siete años de las acciones europeas de más calidad, más baratas y alcistas frente a la cartera con los valores de menos calidad, más caros y bajistas, tomando como benchmark el FTSEurofirst 300 Index. El diferencial de rentabilidad, como podemos apreciar en el gráfico siguiente, es importante.

Diferencial de rentabilidad

Haciendo el correspondiente rastreo, sólo hay ahora mismo un valor europeo de gran capitalización bursátil que cumpla los requisitos de calidad, valoración, momentum y baja volatilidad: Koninklijke Ahold Delhaize NV. Fundada en el siglo XIX, estamos hablando de una cadena de supermercados holandesa con presencia internacional (Estados Unidos, Holanda, Bélgica y otros países del centro y sureste de Europa). Aunque esté en un sector defensivo, tampoco se ha librado de incurrir en costes adicionales debido a la pandemia, pero es un negocio sencillo de entender, esencial con pandemia o sin pandemia y que presenta un crecimiento constante de ventas, beneficio operativo y beneficio neto en los últimos años.

Gráfico histórico

En términos de PER y PCF (valoración), así como de ROCE, ROE y margen operativo (calidad), se cuela en el top 20 de entre las más de 70 compañías que componen el sector dedicado a la venta minorista de alimentos y medicamentos. Podríamos ser más exigentes en términos value, pero, viendo prácticamente imposible una corrección de cierta magnitud en un valor tan aburrido como este, creo que también se encuentra en niveles interesantes desde el punto de vista técnico. La fortaleza de la tendencia alcista en la que se encuentra sumido desde hace 17 años es innegable: en un año fatídico como 2008 cedió “sólo” un 40 % en términos de cierre frente al 50 % del S&P 500 o el 60 % del Euro Stoxx 50. Ha multiplicado por 10 su valor.

Euronext

Durante los últimos dos meses ha corregido casi un 10 % y se aproxima a una buena zona de compra situada en el soporte de los 24 euros, manteniendo su sesgo alcista y con los osciladores en condición de sobreventa. Insisto en que los más conservadores deberían reclamar caídas adicionales, buscando un margen de seguridad mayor, pero creo que tenemos que primar más la calidad y el momentum que obsesionarnos con buscar un precio perfecto. En valores así, hay pocos inversores perdiendo dinero y muchos deseando entrar. Salvo catástrofe, veo poco probable que vuelva a visitar los niveles de marzo de 2020 cuando todos los mercados entraron en barrena. Sabemos que todo puede pasar en los mercados y es aquí donde nuestra gestión del capital y control del riesgo jugarán un papel fundamental.

Momentum

Desde el punto de vista del trader, la pérdida del soporte de los 22 euros sería una señal inequívoca de debilidad y asumiríamos un riesgo por acción ligeramente superior a los dos euros. Bajo el prisma inversor, podemos aceptar una mayor volatilidad siempre y cuando la pérdida total de la inversión en el caso más extremo (quiebra de la compañía) sea un porcentaje poco significativo de nuestra cuenta de valores. Una ponderación del 1-5 % en función de la confianza en el valor puede ser un buen punto de partida.

La inversión implica adentrarnos en un entorno incierto y nadie garantiza que un valor vaya a tener un comportamiento satisfactorio en el largo plazo. Sin embargo, los inversores minoristas somos libres de elegir los valores que componen nuestra cartera sin necesidad de ceñirnos a un mandato o teniendo la obligación de ser fieles a un único y determinado estilo de inversión. Si intentamos ser lo más exigentes posibles, las probabilidades jugarán a nuestro favor.




MÁS ARTÍCULOS DEL AUTOR





blank

Rafael Damborenea

Analista bursátil y gestor de cuentas para la división española de TMS Brokers. Aunque tiene una formación multidisciplinar, su campo de especialidad es la inversión en renta variable bajo diferentes prismas y horizontes temporales. Miembro del IEAF, IEATEC y EFPA